Comienza un nuevo curso político, (es curioso que
los cursos para los políticos empiecen a primeros de septiembre, como ocurre
con los malos estudiantes), y Desde el Caballo de las Tendillas y Pensamientos
a Vuela Pluma vuelven a las
andadas, al día a día.
Y después de un intenso verano, en el que no han
faltado noticias, en el que no han dejado de ocurrir cosas, todo sigue igual.
Seguimos con el caso Bárcenas, con el caso de los ERE y con la Juez Alaya
imputando a presuntos delincuentes, con la trama de corrupción en la UGT de
Andalucía, seguimos con la crisis y con un Gobierno que no sabe comunicar, y
con un Partido Socialista Obrero “Español” que lo aprovecha todo, hasta el tema
de Gibraltar…
Por cierto, los diputados y senadores en verano,
durante sus vacaciones, ¿siguen viajando a cargo de los presupuestos públicos?,
¿continúan percibiendo los gastos de kilometraje?, ¿siguen utilizando su
tarjeta de taxi o cobrando dietas y demás ayudas? Me juego la cabeza a que sí.
Pero este curso político que se inicia es especial,
pues finalizará allá por el mes de junio con la celebración de las elecciones
europeas, por lo que los partidos, como la bruja del cuento de Blancanieves,
intentarán vendernos su manzana…, de hecho ya han comenzado.
En Andalucía este curso se inicia con una nueva
Presidenta de la Junta y con un nuevo Gobierno autonómico, hace unas
semanas hablábamos de lo mal que lo iban a pasar algunos en el mes de agosto, ¡y el
PP sin candidato! Se tendrán que poner las pilas, aunque parece que no quieren gobernar. Además continuaremos con el escándalo del
caso de los ERE fraudulentos, a la espera de que la Juez Alaya impute a José
Antonio Griñán, ya veremos…, y con la corrupción en la UGT andaluza, que
promete seguir dando titulares.
Y en Córdoba, la cosa se inicia con el Puente del
Arenal cerrado al tráfico, con los problemas que conlleva y con la posibilidad
de que el alcalde, José Antonio Nieto, sea designado o no, como candidato de
los populares a la Junta.
Por lo demás, la gente normal, está pensando en
otras cosas, en la vuelta al trabajo (el que lo tenga), preocupada con el
colegio de los niños, con los libros, con las actividades extraescolares… y
sobre todo, preocupada en que la cosa mejore, porque la gente normal es la que
lo está pasando mal. Nuestros políticos vuelven todos bien bronceados a sus
despachos.